Nuevos tratamientos para el virus del papiloma humano

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Tratamientos para el virus del papiloma humano

El virus del papiloma humano –VPH– es el causante de las verrugas vulgares y de los condilomas (verrugas anogenitales). En esta sección nos centraremos en este último tipo de virus del papiloma humano y a la terapia de los condilomas.

Si desea más información sobre los condilomas puede pulsar aquí; y si desea conocer más sobre su tratamiento, pulse aquí.

Imiquimod

Tradicionalmente, el imiquimod se ha empleado en crema a una concentración del 5% aplicado a noches alternas. Actualmente se han realizado estudios con concentraciones del 3.75% aplicado cada noche, que han arrojado una efectividad de remisión completa de las lesiones del 36.6% de los pacientes a las 8 semanas, en comparación con placebo (14.2%). Aunque no se poseen estudios comparativos con la aplicación de imiquimod al 5% en cuanto a eficacia, sí se conoce que el perfil de efectos adversos (reacciones cutáneas locales) es menor con el preparado aplicado al 3.75% cada noche. Esta nueva posología permite acortar la duración del tratamiento (8 semanas) y mejorar la adherencia del paciente al tratamiento debido a su mayor comodidad y menor frecuencia de efectos secundarios locales. Por el momento, en España no está comercializada esta concentración del fármaco.

Sinatequinas (polifenon E)

El polifenon es una sustancia derivada del extracto del té verde, cuya molécula más activa es la epigalocatequina galato. Ésta permite inhibir la replicación celular, la transcripción del virus del papiloma humano y aumentar la respuesta de la inmunidad celular frente a él. Teóricamente, gracias a la combinación de estas acciones es capaz de eliminar las células clínicamente afectas y las que presentan infección subclínica (no apreciable). En España se comercializa un preparado de sinatequina al 10% de aplicación diaria cada 8 horas durante un máximo de 16 semanas. Los estudios reflejan una eficacia de entre el 54 y el 65% en cuanto a desaparición total de los condilomas, en comparación al 37% del placebo.  Hasta el 80% de los pacientes experimentan efectos adversos locales (rojez y picor), que por lo general son tolerables y se manifiestan a partir de la segunda o tercera semana de tratamiento. Parece que la presencia de reacción inflamatoria se correlaciona positivamente con una mejor respuesta terapéutica. El inconveniente principal de esta terapia es su posología, que se alarga hasta las 16 semanas y requiere 3 aplicaciones diarias. Por el momento no existen estudios comparativos con imiquimod.

Terapia fotodinámica

La terapia fotodinámica consisten en aplicar una crema de ácido 5 aminolevulínico encima de las lesiones y luego exponerlas a una fuente de luz específica en la consulta dermatológica. Como esta sustancia es fotosensible, las células que la contienen son destruidas una vez son expuestas a la lámpara de luz. Las células que absorben mayor cantidad de aminolevulinato son las de tasa metabólica más rápida, como las infectadas por el virus del papiloma humano. Se propone como opción para lesiones rebeldes o en las recaídas pese a haber realizado un tratamiento previo correcto, ya que el coste económico de la terapia fotodinámica no es bajo. En estudios comparativos para el tratamiento de condilomas parece una alternativa tan o más efectiva que el láser de CO2 o la exéresis quirúrgica de las lesiones con una tasa menor de recaídas una vez finalizado el tratamiento. Como efectos adversos destacan el dolor, rojez y sensación de quemazón. En cuanto a las ventajas destacan la alta efectividad y seguridad, la rápida curación y el excelente resultado estético del tratamiento.

Inmunoterapia intralesional

Una opción para las verrugas vulgares y para los condilomas es la inyección intralesional de sustancias que activan la respuesta inmunitaria frente al virus del papiloma humano. Dado que su mecanismo es inmunogénico, el tratamiento no sólo es efectivo para eliminar la verruga donde se inyecta el fármaco sino que actúa en todas las lesiones a distancia. La sustancia más empleada habitualmente es la candidina (antígeno del hongo Candida), inyectando 0.1 – 0.3 mL en la verruga más grande, cada 1-3 semanas, un máximo de 3-5 sesiones. Aunque a nivel personal el autor del presente artículo ha obtenidodo resultados francamente positivos con esta terapia, no se dispone de estudios amplios que avalen una mayor eficacia respecto a otras opciones. Como inconvenientes destacan el dolor puntual durante la inyección (segundos) y la posibilidad de padecer un síndrome pseudogripal pasajero (cuadro catarral) debido a la reacción inmunológica que provoca el fármaco, aunque no es habitual. Si desea obtener mayor información sobre la caandidina, pulse aquí.

CONCLUSIONES

· No existe un único tratamiento para los condilomas, ni uno que haya demostrado una eficacia claramente superior a los otros.

· El mejor tratamiento es el que acuerden paciente y dermatólogo según el número de lesiones, la localización, las preferencias del primero y las terapias previamente empleadas.

· En opinión del autor el esquema de trabajo recomendable es la eliminación física de las verrugas en un primer paso (resina de podofilino, crioterapia y/o láser de CO2) y posteriormente emplear una opción terapéutica que favorezca la formación de una respuesta inmunitaria frente al VPH (imiquimod, sinatequinas).

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 Pulse aquí si desea información sobre eliminación de condilomas con láser.

REFERENCIAS

· Muñoz-Santos C, Pigem R, Alsina M. New treatments for human papillomavirus infection. Actas Dermosifiliogr. 2013 Dec;104(10):883-9.

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